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Capítulo 15.

Rayco ya había llegado donde había indicado y sentido a su alfa, era una casa en mal estado y un poco alejado de la ciudad, corrió a un lugar un poco lejos de la casa para esconderse y empezar a prepararse.

"Jimin hemos llegado, parece que afuera no hay personas, igual ten cuidado al entrar"

Le avisó.

"Gracias Rayco, ahora me encargaré yo"

En eso se empezó a transformar, y con la mochila que tenía comenzó a sacar su ropa para cambiarse y se alistó con las dos pistolas que tenía, una la guardó y la otra la tendría en la mano, escondió el control en su bolsillo, se había olvidado su chaleco anti balas, pero no le importó mucho y empezó a entrar.

Con cuidado empezó a adentrase, vio muchos cuartos pero todos estaban vacíos, se sorprendió cuando vio escaleras para dirigirse abajo de la casa, pensó que era un sótano, pero se dio con la sorpresa que había un pasillo con muchas ventanas, pero solo una estaba iluminada.

Empezó a caminar mirando todo el lugar y cada ventana, cuando llegó a la que estaba iluminada, su cuerpo corrió rápidamente quedándose pegado al vidrio de cristal donde al otro lado de esta se encontraba su alfa, todavía amarrado y amordazado, sintió una inmensa preocupación pero a la vez tranquilidad al fin verlo, miró ambos lados revisando que nadie viniera, la puerta estaba sin seguro y se adentró.

Grave error.

—Jungkook —lo llamó cuando estuvo cerca de él, vio que no estaba despierto así que empezó a moverlo un poco.

Tenían que salir lo más pronto posible de ahí.

El alfa poco a poco empezó a abrir los ojos y se dio cuenta de que su omega estaba ahí con él, y todo el miedo volvió a él.

—Ya vine por ti alfa, te sacaré —le avisó, pero Jungkook empezó a negar con la cabeza fuertemente y con desespero—. ¿Qué pa... —no pudo continuar porque se vio interrumpido por una risa.

—¿En serio creíste que sería tan fácil? No pensé que fueras tan ingenuo —preguntó irónico, Hwan estaba ahí con dos betas, sus dos mejores hombres mirándolos, ya que el omega estaba volteado, guardó su arma sin que se dieran cuenta a excepción del pelinegro—. Sabía que no ibas a cumplir, sabía que no te ibas a quedar —le dijo enojado.

—¿Por qué haces esto, por qué mejor no te consigues otra omega? —le preguntó Jimin, ahora en serio sabía que estaba en problemas, la idea era sacar a Jungkook sin que nadie los viera.

—¡Porque yo te quiero a ti! —le gritó furioso—. Pude haberte tenido de no ser por ese estúpido alfa —lo miró con asco a Jungkook, quien solo pudo bajar la cabeza, realmente en ese estado no podía hacer mucho, Hwan le inyectó algo que hacía que no pueda sentir mucho a su lobo.

—¿Si me quedo contigo lo dejarás ir y no lo molestarás más? —le preguntó, ganado la atención de los dos alfas.

Uno con una sonrisa creciendo por su cara y otro mirándolo con una cara pálida.

—Claro que si omega —al castaño le causó asco que lo llamara omega, alguien que no era Jungkook.

—Jungkook escúchame —se arrodilló un poco para estar a la altura del nombrado—. Todo va estar bien confía en mi —le sonrió juntando sus frentes—. Te amo alfa —le dijeron al pelinegro, Jimin y Rayco—. Suéltalo ahora mismo, quiero ver que lo dejes ir —ordenó Jimin, mientras veía a su alfa con los ojos cristalizados.

—Háganlo —les ordenó Hwan a los dos betas y ellos acataron su orden, mientras le quitaban la mordaza y cadenas, Jimin veía todo con una opresión en el pecho, pero todo iba a valer la pena, todo tenía que salir bien

Jungkook una vez ya libre los betas lo empujaron al suelo, haciendo que soltara quejidos, estaba muy débil, su lobo no estaba presente, no tenía muchas fuerzas.

—J-Jimin —lo llamó débil el ojiverde.

—Jungkook —fue donde su alfa, se acostó en el suelo para poner a Jungkook en su regazo.

—Jimin por favor, no pienses ir, encontraré la manera de salir de aquí, por favor —suplicó Jungkook mirando con desesperación al omega.

—No te preocupes, todo va a salir bien —le contestó dejando a su alfa a un lado, sintiendo a su lobo chillar al no poder sentir a Anouk.

Viendo a Jungkook así de vulnerable y débil le daba una clara respuesta de lo que le pudieron haber hecho.

—Me harté de seguir viendo esto, llévenselo —les ordenó a los betas pero antes que siquiera los tocaran, el omega sacó sus dos armas.

—Quédense quietos —les apuntó a los dos betas, mientras ellos también sacaron sus armas apuntándolos.

—Eres un tonto omega, porque arriesgarte a tener ese alfa que se supone es un alfa puro y ni defenderse sabe, de seguro ni un arma sa... —no continuó porque se escucharon dos disparos y dos cuerpos cayeron, acaba de matar a dos de sus mejores hombres de dos simples disparos directos al corazón.

Hwan veía todo sorprendido, también Jungkook que nunca pensó que su omega supiera utilizar un arma, aunque no iba negar que estuvo orgulloso en saber que Jimin sabía defenderse solo.

—Jungkook, presta atención quiero que te escondas detrás de la silla metálica y no salgas por nada del mundo hasta que yo te diga —le dijo pero el alfa negó—. Jungkook hazme caso —ordenó de forma más seria, y el alfa aún con duda en su mirada corrió rápidamente a esconderse.

¿Quién diría que un omega terminaría defendiendo a su alfa?

Jimin se levantó todavía apuntando a Hwan con la pistola y en eso él también sacó su pistola apuntándolo.

Y ahí estaban los dos apuntándose directamente a la cabeza.

—Jimin baja esa arma, no quiero matarte —le avisó Hwan, a lo que el castaño rió.

—Pude con dos de tus hombres, ¿crees que no podré contigo? —le preguntó irónico, estaba haciendo tiempo.

—Maldito omega —siseó con enojo.

Se oyeron dos disparos y dos cuerpos caer.

—¡Jimin! —corrió el alfa preocupado al ver a su omega en el piso con sangre en su estómago, empezó a llorar mientras levantaba a su omega con la poca fuerza y subía las escaleras para salir del sótano llegando al primer piso importándole muy poco el cuerpo sin vida del otro alfa.

El pelinegro empezó a buscar alguna manta para evitar que sangre, no tenía teléfono ni para llamar, cuando vio que el sangrado no paraba empezó a lamerle la herida, no importa si no servía tenía que intentarlo.

—No te puedes ir, ¿entiendes?, todavía no terminamos el cortejo, la marca y nuestro final feliz con cachorros —le dijo cuando vio sus ojitos querer cerrarse, tenía miedo que eso pasara, que no volviera ver el bonito océano que habitaba en sus ojos.

—P-Por lo menos ya acabé por fin con ese bastardo —rió un poco pero aún así soltando quejidos por la bala.

Jimin había disparado al igual que Hwan.

El alfa le dio en el estómago.

El omega le disparó en la cabeza.

—Te amo alfa —le dijo en susurro, para después ver todo negro.

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